Según el último informe elaborado por Hays España (Guía del Mercado laboral 2022), más de la mitad de los trabajadores españoles sienten insatisfacción laboral. En concreto, un 54%. Según los encuestados, dicha insatisfacción podría paliarse o, al menos reducirse, a partir de seis vías: Un incremento salarial (62%), un mayor reconocimiento (37%), mayores posibilidades de ascenso y promoción interna (27%), cambios de personal (20%), mejoras en los horarios (20%) y mayores beneficios sociales (16%).
Pero, ¿qué podemos hacer para incrementar el bienestar de nuestros trabajadores? ¿Existen medidas que contribuyan a la felicidad en el trabajo o la insatisfacción únicamente depende de factores externos?
Afortunadamente, la actitud del empleado tiene un gran impacto sobre la forma en que perciben su vida laboral. Sí… Sabemos que la voluntad del empleado y su predisposición no son el único factor que influye en su bienestar. Existen muchas circunstancias, como el salario o el horario, que influyen en el bienestar laboral. No obstante, más allá de ello, existen acciones que cada persona puede poner en práctica para sentirse más motivados y realizados. A continuación, compartimos contigo algunos consejos. ¡Toma nota!
¿Recuerdas la escena de Scarlet O´Hara en ‘Lo que el viento se llevó’?
“A Dios pongo por testigo que no podrán derribarme. Sobreviviré, y cuando todo haya pasado, nunca volveré a pasar hambre, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que mentir, robar, mendigar o matar, ¡a Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre!”
Para muchas personas, ir a trabajar es una especie de tributo a este famoso alegato, un verdadero drama. No son pocos los que entienden el trabajo como una forma de luchar contra el mundo para sobrevivir. Llegan a convertirse en auténticas “drama queens” en horario de oficina. ¡Trabajar es una auténtica pesadilla para ellos!
¿No es un planteamiento bastante triste? Triste y, lamentablemente, real. Para demasiados trabajadores, asistir al trabajo no es más que una obligación externa impuesta o una mera forma de sobrevivir en el mundo. ¿Identificas a tus trabajadores con esta línea de pensamiento? Pregúntate esto: ¿qué es el trabajo para ellos?
Si se considera un mal necesario, un grillete o poco menos que una tortura china… Tenemos una noticia para tu trabajador: Tiene una visión sesgada. Su perspectiva se aleja de la realidad. Afortunadamente, no todo es tan blanco ni tan negro.
¿Identificas algunas de estas creencias en cómo ven el mundo laboral alguno de tus trabajadores? Ponlas en cuarentena, somételas a duda. ¿De verdad crees que no puedes contribuir a su felicidad?
En su libro Flow, Mihaly Csikszentmihalyi analiza el origen de este tipo de creencias abrumadoramente extendidas. Estos estereotipos culturales están vinculados a ideas como la imposición, la restricción de libertades, la infelicidad o el sacrificio. ¿Responden a la realidad? ¡No! O, al menos, no tienen por qué hacerlo. La felicidad o infelicidad no depende de un contrato de trabajo. Sin embargo, si desde la infancia se ha enviado el mensaje de que trabajar es una fuente de infelicidad, ¿cómo va una persona a atreverse a ponerlo en duda?
Dejarse condicionar por estereotipos culturales negativos puede llevar a tomar malas decisiones y adoptar hábitos poco saludables a nivel emocional. Trabajar también puede ser un camino hacia la autorrealización, una fuente de autodescubrimiento y crecimiento personal.
¿No suena mucho mejor?
Trabajar puede no ser divertido por sí solo, pero… Podemos convertirlo en algo divertido si sabes cómo.
¿Todas las actividades que componen las jornadas laborales son estimulantes? En la mayoría de los casos no. O, al menos, es algo poco habitual.
La mayoría de los empleados se ven obligados a asumir funciones que no les gustan demasiado. No obstante, podemos ayudarles a aprender a identificar retos y oportunidades dentro de ellas. Según Csikszentmihalyi para que una actividad laboral se convierta en una fuente de satisfacción deben cumplirse cuatro requisitos:
Aunque oficialmente las funciones no cumplan dichas condiciones, la forma de llevarlas a cabo puede influir, convirtiéndolas en una fuente de motivación. Por ejemplo, estableciendo objetivos personales a la hora de llevarlas a término. Un profesional especializado en el campo de la atención al cliente que deba responder llamadas a diario puede plantearse el desafío de hacer sentir bien a cada uno de sus interlocutores. Esta forma de afrontar sus funciones puede dar un giro a su rutina, haciéndola más dinámica y disfrutable desde el punto de vista personal.Usa tu imaginación. Estas estrategias son aplicables a todo tipo de funciones y, a largo plazo, pueden representar un importante aliciente que no solo repercute positivamente en la experiencia vital del trabajador, sino también en su rendimiento y productividad.
Formar parte de una plantilla implica establecer vínculos con muchas personas. Aunque las diferencias y los contrastes pueden convertirse en una fuente de enriquecimiento y aprendizaje, a veces, conllevan inevitablemente la presencia de conflictos. El problema reside en que muchas veces el origen de los conflictos no depende de una persona en sí. ¿Qué hacer entonces?
Intentar cambiar la personalidad o la actitud de los demás es inútil y además un error. Pero no está todo perdido. Sí podemos ayudar a cambiar la forma en que se observan los incidentes o el modo en que se responde ante ellos.
Csikszentmihalyi identifica un patrón común a todos los conflictos laborales. En general, los choques y discusiones tienen su origen en un sentimiento defensivo. Cuando se producen, en la mayoría de los casos, se debe a que alguno de los implicados teme perder prestigio. ¿Exagerado? Puede, pero forma parte de la forma en que establecen relaciones profesionales.
Los trabajadores miden su sentimiento de capacitación y valía en función del trato que reciben por parte de los demás. Esto significa que poseen unos parámetros específicos para medir sus relaciones. Al final, se trata de expectativas que, además, tienden a ser bastante rígidas. Cuando algún compañero no las cumple, dan paso a la inseguridad.
Párate a pensar… ¿Cómo podría un trabajador cumplir sus objetivos y alcanzar sus propósitos independientemente de las acciones de otros compañeros? ¿De qué forma podrías convertirte en una fuente de apoyo para que otras personas logren alcanzar sus metas?
Una gran cantidad de trabajadores perciben sus empleos como una obligación impuesta desde el exterior que, lejos de acercarles a sus objetivos de vida, les aleja de ellos. En muchos casos, desempeñan trabajos que incluso disfrutan, pero que no terminan de llenarles lo suficiente porque están alejados de sus metas más personales.
Cuando un empleado percibe el trabajo como una carga que le roba la vida y el tiempo, su jornada está abocada a convertirse en un factor de infelicidad. Pero, ¡no tan rápido! Otra vez vuelve a ser una cuestión de perspectiva.
¡Ayúdale a enfocarse en la dirección correcta para sobrevivir a esta desazón! El trabajo puede convertirse en una fuente de inspiración.
Alinea tanto como sea posible sus objetivos laborales con sus propósitos de vida. ¿De qué forma podría convertirse su trabajo en una fuente de crecimiento y evolución personal?
Más allá de las circunstancias negativas que puedan existir en el trabajo (por ejemplo, el estrés, la monotonía, las discusiones entre compañeros…) pueden esconderse importantes oportunidades de aprendizaje y, por qué no, también para poner a prueba nuestra creatividad o nuestra capacidad de ayudar a los demás.
Ayudar a que tus empleados ahorren permitiéndoles destinar parte de su salario bruto a gastos del día a día. Existen distintas modalidades, como Ticket Restaurant Ticket Transporte o Ticket Guardería. Este tipo de soluciones ayudan al empleado a ahorrar mensualmente y a beneficiarse a la hora de tributar su IRPF. Ofrecer la opción de disfrutar de la retribución flexible es una buena forma de mejorar los beneficios de tus empleados ayudando a mejorar su estado de felicidad con la empresa.
