El contador de horas de trabajo no se detiene… pero, por desgracia, no ocurre lo mismo con tu concentración… o la de tus empleados. Aunque el cerebro no para en todo el día, muchas de las actividades que lleva a realizar no son para nada productivas.
Es hora de poner freno a esta situación, encontrando qué es lo que suele robar el tiempo y cómo evitar que esto suceda.
Nuestro tiempo es finito e insustituible y, en el plano laboral, se nos paga al minuto. Una vez que un momento, un día o un año se han ido, se han ido para siempre y no es justo que, en ocasiones, esto suceda sin que haya un retorno en productividad.
Es preciso protegerse y proteger a los empleados de las influencias externas e internas que impiden llevar a cabo tareas importantes, las que hacen que estemos ocupando una determinada posición en la empresa.
El primer paso es conocer esos ladrones de tiempo que juegan en contra del contador de horas de trabajo y del control de presencia. Con la adaptación necesaria al teletrabajo y al control del tiempo de los empleados que trabajan desde sus casas.
No siempre son los demás quienes provocan una caída en nuestra productividad, aunque el contador de horas de trabajo siga funcionando. A veces nosotros mismos somos nuestro mayor obstáculo.
El arrepentimiento, que nos lleva a lamentar errores del pasado y a sumirnos en pensamientos negativos; la duda, que no facilita el establecimiento correcto de prioridades al conducir a la falta de confianza en uno mismo, o la comparación, que implica medirnos a nosotros mismos por lo que otras personas están haciendo o cómo lo están haciendo pueden ser conductas emocionalmente perjudiciales.
Pero, además, desfavorables para la empresa, puesto que restan productividad y afectan al rendimiento, la motivación y el clima laboral.
En conclusión, para defendernos contra los hábitos que nos hacen menos efectivos y echan a perder minutos de nuestro tiempo hace falta ser más conscientes de cómo aprovechamos la jornada laboral y buscar formas de mejorar el uso de cada hora que se pasa en el puesto de trabajo o en casa teletrabajando.
Es sencillo, si se abraza el propósito, se tienen ganas de mejorar y se aplican buenas prácticas como:
¿Crees que, a partir de ahora, el contador de horas de trabajo estará más en línea con las tareas que se han sacado adelante?