Cada vez son más las empresas que apuestan por la tarjeta restaurante como beneficio social para sus empleados. Sin comedor propio y con la pérdida de tiempo que supone desplazarse hasta casa para almorzar, esta opción se ha convertido en una herramienta ventajosa tanto para trabajadores como para las compañías.
Según la revista Gestión Restaurantes, durante 2016 se repartieron en el sector empresarial en torno a 82 millones de vales de este tipo por un valor de 380 millones de euros, un sistema que usan en toda España 400.000 trabajadores al día. Pero, ¿a qué se debe el éxito de la tarjeta restaurante?
La tarjeta restaurante, como decíamos, es un beneficio social que permite a las empresas facilitar un soporte cómodo y de uso sencillo con el pagar las comidas de los trabajadores, mejorando su poder adquisitivo.
Como explica Edenred, líder mundial en soluciones transaccionales con más de 40 años de experiencia y presencia en 42 países, la tarjeta restaurante es un sustituto de las dietas y los reembolsos que permite a los empleados el pago parcial o total a cargo de la compañía de las comidas de forma sencilla, segura y rápida.
El procedimiento para implantar el sistema de retribución flexible en la organización es sencillo. La compañía en cuestión contrata con la proveedora el servicio y esta expide una tarjeta para cada empleado en función de los parámetros establecidos por la empresa.
Una vez en su poder, los trabajadores activan la tarjeta y ya pueden usar el soporte en plástico para abonar el recibo de sus comidas hasta un máximo de 9 euros por día en cualquier de los restaurantes y establecimientos asociados.
Uno de los aspectos más positivos de la tarjeta restaurante es que se basa en una estrategia WinToWin en la que todos los implicados resultan beneficiados: