En los últimos años las palabras modelo de gestión de la calidad se han apropiado de foros de expertos, sesiones de networking y blogs de temáticas empresariales. Elaborar un modelo de gestión de la calidad es – o parece ser imprescindible- , pero ¿lo es? Esa es la gran cuestión que vamos a intentar resolver en las líneas siguientes.
Todos hemos oído hablar de los modelos de gestión de la calidad y de la necesidad y casi obligación de invertir en su creación, pero ¿sabemos realmente qué es exactamente un modelo de gestión de la calidad? Quizá no, así que vamos a aclararlo brevemente:
Un modelo de gestión de la calidad es un instrumento de autoevaluación corporativa que busca analizar detenida y objetivamente la calidad de los productos y servicios que ofrece la empresa a fin de detectar posibles fallos y desviaciones. A partir de ese análisis, un modelo de gestión de la calidad bien elaborado incluirá las medidas correctivas y/o preventivas necesarias para corregir las desviaciones y seguir mejorando la calidad interna a fin de mejorar su capacidad competitiva, eficacia y productividad global.
Como bien sabes, no existe un único modelo de gestión de la calidad, sino tantos como empresas y corporaciones. ¿La razón?: cada empresa es un mundo y, como tal, tiene una personalidad propia, una cultura, unos valores, etc.
Pero a pesar de su cualidad única, no es necesario que elaboremos nuestro propio modelo de gestión de la calidad partiendo de cero. Existen numerosos modelos ya creados que podemos tomar como plantilla o guión básico y adaptarlo a nuestras propias circunstancias empresariales.
Los tres modelos de gestión de la calidad que ya se han convertido en clásicos y que siguen mejorándose cada año gracias a la aportación de numerosos expertos en calidad de todo el mundo serían los siguientes:
En el párrafo anterior ya hemos intercalado algunas de las razones de peso que explican por qué una gran empresa con ambiciones competitivas debe implementar su propio modelo de gestión de la calidad. Vamos a intentar resumirlo:
Invertir tiempo, talento y presupuesto en crear, mantener y enriquecer nuestro propio modelo de gestión de la calidad es la única forma de poder mantenernos firmes en un mercado globalizado y fuertemente competitivo. Como ya hemos comentado en otros artículos de nuestro blog, la estandarización de procesos y de procedimientos ha producido una igualdad entre los productos y los servicios que encontramos en el mercado.
Es complejo –o no es rentable- ofrecer productos diferentes a los de nuestra competencia, pero sí podemos ofrecer productos mejores o, lo que es lo mismo, ofrecer productos de alta calidad que satisfagan las necesidades y expectativas del cliente final.
Así, invertir en un modelo de gestión de calidad permitirá a nuestra organización: