No hay duda de que el trabajo colaborativo proporciona innumerables beneficios a la empresa. Desde evitar roces personales entre compañeros de trabajo hasta alcanzar los objetivos combinando los puntos fuertes de distintas personas, se trata de un enfoque que toda corporación debería contemplar. Sin embargo, no basta con implantarlo, sino que también hay que medirlo. En este sentido es donde cobran relevancia las dinámicas de evaluación.
Las dinámicas de evaluación son una serie de procesos que, mediante una serie de indicadores, permiten medir principalmente dos aspectos:
Como comentábamos arriba, el trabajo colaborativo es una de las áreas en las que se pueden utilizar las dinámicas de evaluación. A continuación veremos ejemplos de algunas de ellas.
Antes de proseguir, conviene recordar que las dinámicas de evaluación del trabajo colaborativo no tienen como objetivo fomentar el trabajo colaborativo en la empresa. Su objetivo es otro: evaluar y medir la eficacia de otras dinámicas que sí han sido creadas para fomentarlo.
Teniendo esto claro, podemos destacar las siguientes:
En definitiva, existen distintas dinámicas de evaluación que nos ayudan a medir cómo se está implantando y desarrollando el trabajo colaborativo en la empresa y, en función de la información que nos proporcionen, mantener o modificar sus pautas.