Resulta curioso pensar que hubo un tiempo en el que las mujeres no trabajaban, que su papel correspondía a la crianza y a los quehaceres del hogar y que, únicamente por cuestión de género, no tenía cabida en el mundo laboral. Un tiempo, no tan lejano, en que el rol de la mujer en el mercado laboral carecía por su ausencia.
Tras la llegada de la Revolución Industrial a finales del siglo XVIII, la mujer se incorporó al mercado laboral en unas condiciones deplorables y asumiendo oficios considerados como femeninos tales como el modismo o la producción de botones. No fue, sin embargo, hasta el 8 de marzo de 1910, cuando pudo alzar su voz en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas a fin de mejorar sus condiciones. A partir de entonces, la mujer, en el mercado laboral, ha conseguido conquistar derechos que antes pertenecían a los hombres. ¿Quieres conocerlos?
Aunque esto parezca ciencia ficción, cuando en el siglo XX una mujer se casaba con su marido, este tenía que autorizar muchas de las decisiones que la mujer tomaba a través de una licencia marital. Por ejemplo, el hombre decidía si autorizaba a la mujer para trabajar o no en función del oficio.
Las esposas no pudieron elegir sin limitaciones su puesto de trabajo hasta que el 2 de mayo de 1975 se permitió la libre introducción de la mujer en el mercado laboral en España.
¡Tampoco hubo siempre baja de maternidad o paternidad!
Respecto a la baja de maternidad, se conoce que ya en el año 1900 las mujeres que daban a luz recibían tres semanas de descanso del trabajo. Sin embargo, el permiso de paternidad llegó en 1980. En concreto, el padre contaba con dos días de descanso, lo cual, como puedes imaginar, no supuso una mejora significativa de las condiciones.
De hecho, en 1989 aún se daban únicamente cuatro días de baja de paternidad, mientras que las madres ya recibían 16 semanas. Esto, por un lado permitía a las mujeres mejorar su conciliación laboral y familiar, pero por otro, suponía una discriminación hacia la mujer de cara al mercado laboral.
Por suerte, en la actualidad, la baja de paternidad y maternidad es de 16 semanas, lo que supone un logro sin precedentes en el país, que se traduce en una igualdad de oportunidades para las mujeres a la hora de optar a un puesto de trabajo.
En el año 2007, con la llegada de la Ley Orgánica del 22 de marzo, quedó terminantemente prohibido el acoso sexual en el ámbito laboral, además de la discriminación o acoso hacia mujeres por embarazo u otros motivos. Otras leyes como el Estatuto de los Trabajadores también defienden que el acoso puede ser motivo de despido para cualquier empleado que lleve a cabo estas prácticas.
Gracias a ello, la mujer en el mercado laboral tiene mayores vías hoy en día para comunicar si está sintiendo acosada o si ha sufrido vejaciones por parte de algún compañero de trabajo, lo que ha ayudado a que las mujeres realmente sean escuchadas en su entorno cercano.
Desde el año 2021 los planes de igualdad se hicieron obligatorios para empresas con más de 100 individuos en la plantilla, lo que permite hacer un diagnóstico sobre la situación del equipo y diagnosticar si realmente se están cumpliendo una serie de requisitos como la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Tras el diagnóstico, la comisión pone en marcha una serie de medidas y un sistema de seguimiento para determinar si se están cumpliendo los objetivos.
Aunque las conquistas de derechos han sido costosas y no han aparecido de la noche a la mañana, desde luego han sido fructíferas y han demostrado que el cambio es posible. Por eso mismo, el Día de la Mujer sirve para recordar todo lo que se ha hecho y lo que aún queda por construir. Y tú, ¿qué logros de la mujer en el mercado laboral conoces que no hayamos explicado aquí? ¿Cuáles son más visibles en tu empresa? ¿Cuáles están aún por conseguir? ¡Cuéntanos y no olvides compartir si te ha gustado!