¿Promoción interna o contratación externa?

La promoción interna resulta ser la primera opción de muchas empresas que quieren minimizar los costes típicamente asociados al proceso de reclutamiento. Así lo pone de manifiesto este artículo de Forbes, que revela que el factor económico es uno de los principales motivos de relegar la contratación externa a un segundo plano.

Sin embargo, cada estrategia está ligada a pros y contras que merece la pena entrar a valorar, antes de decantarse por el método que se empleará para cubrir ese puesto que pronto estará vacante en la compañía.

¿Cuáles son las ventajas de la promoción interna?

La promoción interna tiene muchas ventajas para el negocio, aunque podríamos destacar las cuatro siguientes:

1. Motivación. La promoción interna tiene un efecto positivo en la moral del personal, al ser un indicador de que la organización recompensa el alto rendimiento.
2. Retención. Junto a otras estrategias, como la retribución flexible, la promoción interna, que indica posibilidades reales de desarrollo de carrera, actúa como un imán para retener talento en la empresa.
3. Mejora del rendimiento. La contratación interna ayuda a impulsarlo. Si se han fijado indicadores para identificar a los empleados de alto rendimiento, es posible que ya se conozca quiénes destacan en su función y pueden necesitar un nuevo desafío.
4. Ahorro. La promoción interna reduce costes de contratación en comparación con los que implican los procesos externos: publicar oferta de trabajo en portales de empleo, outsourcing de agencias de contratación y estrategias de atracción de talento en redes sociales, entre otros.
5. Agilidad. El gerente de contratación a menudo tiene conocimiento sobre los candidatos internos y su desempeño, lo que acorta el proceso de entrevistas, permitiendo al negocio continuar su ritmo más pronto.

Todos estos beneficios tienen, además, una incidencia positiva, directa o indirecta con el ROI el reclutamiento, que se ve aumentado.

¿Qué desventajas tiene la promoción interna?

Promover internamente a empleados también tiene algunas desventajas. La limitación es uno de ellos, y puede producirse a dos niveles:

• Por los problemas que supone el dejar abierta una vacante para poder cubrir otra.
• Debido a la limitación de oportunidades que provoca la propia empresa al no abrirse a nuevas ideas y enfoques, los que aportarían candidatos externos, influenciados por otras culturas y que han estado en contacto con formas de trabajar diferentes.

Además, en relación con la moral del equipo, no todo son ventajas. Y es que, aunque sí que es cierto que la promoción interna puede entenderse como recompensa al compromiso y dedicación, puede convertirse en un arma de doble filo, perjudicando a la organización, cuando:

• Aumenta la intensidad de la competencia entre compañeros, lo que puede tener un impacto negativo en la cultura y el rendimiento del equipo si los empleados sienten la necesidad de destacar para promocionarse, algo que causaría conflictos interpersonales.
• Acelera la rotación de personal si las oportunidades de ascenso ofrecidas a unos miembros del equipo provocan la impaciencia de otros, que creen que la única forma en que serán promovidos será cuando alguien deje vacante una posición. Lo que les lleva a buscar otras oportunidades fuera, para acelerar su trayectoria profesional.

¿Es la contratación externa la solución?

Pese a que la mayoría de los inconvenientes mencionados pueden traducirse en costes, pocas veces en la realidad serían tan elevados como los de la contratación externa.

Lo cierto es que esta opción está ligada a importantes beneficios, como la revitalización del negocio que se consigue al traer nuevos candidatos, las mayores oportunidades donde elegir al mejor talento, que ya no quedan limitadas a la plantilla.

Además de las menores probabilidades de resentimiento, competencia y conflicto interno, la contratación externa también trae consigo inconvenientes. Algunas de las desventajas más importantes de la contratación de trabajadores externos son la incertidumbre o la mayor duración del proceso de reclutamiento.

Pero, sin duda, el contra más revelador de esta alternativa es el coste, que lleva a muchas empresas a apostar por una estrategia de promoción interna y a elegir al candidato a cubrir la vacante abierta con los profesionales mejor cualificados de los que ya están en nómina.