Descubre las 5 normas de etiqueta más importantes que debes seguir en tu oficina. Orden y limpieza, actitud, etc. Ya verás que no todo es vestir bien.
La actitud es muy importante en todos los aspectos de la vida. También en el trabajo. A veces, pasamos más tiempo con nuestros compañeros que con nuestra familia. Por ello, debemos saber guardar algunas formas para tener un buen clima laboral.
Además, a la oficina también pueden acudir clientes o posibles clientes. Si esto ocurre, saber comportarse es esencial. Un posible contrato puede truncarse si al cliente no le gusta el lugar y las formas de trabajar.
Para todo ello, te proponemos algunas normas de etiqueta:
Así de simple y así de complicado. Un mal día lo puede tener cualquiera. Aunque lo tengas, evita los ataques de ira, los insultos y los gritos. Nada es más contraproducente.
Puedes ser un gran trabajador, pero en el momento en el que tienes un ataque de ira, pierdes toda la razón. Si estás estresado, molesto o enfadado, párate unos segundos. Ve al baño o a tomar el aire. Respira. Cuenta hasta diez o llama a alguien de tu entorno para desahogarte.
Otra norma de lo más simple, pero necesaria. A veces y, sobre todo cuando no tenemos tiempo, comemos en nuestro puesto de trabajo. Si esto ocurre, asegúrate de que queda limpio. No hay nada más desagradable que trabajar en un lugar sucio. Para ti y para el resto.
Y no solo la comida, la desorganización o el exceso de papeles también pueden molestarte. Trabajar en una mesa con demasiadas cosas no es útil. Organízate y pon cada cosa en un lugar. Así podrás encontrar mejor ese papel que andabas buscando.
A veces es inevitable contar tus problemas en la oficina, sobre todo si tus compañeros ya son tus amigos. Es normal comentar con colegas lo que te preocupa o lo que te inquieta de tu vida personal, familiar, o incluso amorosa. Cuéntaselo a las personas con las que más confianza tengas, pero no a toda la oficina. Si cuentas un problema, asegúrate de que lo haces en tu círculo de confianza.
Lo mismo pasa cuando hablas por teléfono. Si son temas personales, sal al pasillo o a la calle.
En el trabajo pueden surgir algunos roces. Puede ocurrir que los errores de algún compañero interfieran en tu trabajo. Mantén la calma. No es necesario echar broncas o regañar, sobre todo si se hace delante de todos. Di las cosas con calma y templanza. Piensa que todos tenemos errores o malos días.
Por otro lado, apréndete el nombre de todos. Nada molesta más que te llamen por un “Ey, tú”. Recuerda que todo el mundo es importante.
Sabemos que la apariencia es elección propia. Podemos vestir según nuestros gustos. Es lógico que tengamos una personalidad definida a la hora de vestir. Pero la oficina es un lugar de trabajo, y la imagen también cuenta. Intenta siempre adecuarte al “dress code” de tu empresa. Si no tienen, piensa que lo funcional y lo discreto siempre será un acierto.