La motivación de los empleados es fundamental para que una empresa funcione bien. Y, en momentos complicados, esta motivación se vuelve todavía más importante si cabe. Si quieres saber cómo motivar a empleados en tiempos de crisis sigue leyendo y te damos algunas de las claves más importantes.
Está claro que motivar a empleados en tiempos de crisis es más complicado. Sin embargo, también es igual de evidente de que, en estas situaciones, dicha motivación se vuelve todavía más importante. A continuación te presentamos algunas ideas que te ayudarán a conseguirlo y que, además, también serán útiles para mantener la buena marcha de la compañía cuando lleguen tiempos mejores.
El primer consejo que se debe tener en cuenta en tiempos de crisis es reconocer la situación. Las crisis existen. Forman parte de la naturaleza de las empresas y de los sistemas económicos. No son agradables, pero ahí están. Un reconocimiento temprano y realista permitirá tomar las medidas más adecuadas para mitigar sus efectos, por lo que es un paso indispensable que, lejos de dar miedo, debe constituir un estímulo dinamizador.
Una vez que se ha reconocido la situación de crisis, es necesario que los trabajadores tengan información real y completa. A pesar de lo que se puede pensar, esto no hará que la situación se agrave, sino lo contrario. Permitirá que los trabajadores confíen en la empresa y en la gente que está al mando. Lo que también aumentará su compromiso con la misma.
Todo lo anterior se deberá concretar en propuestas determinadas y tangibles. Por ello, es necesario reforzar la comunicación interna de la compañía, que será desde donde se informará a los trabajadores y desde donde se marcará el discurso y el enfoque comunicativo que se adoptará frente a la crisis.
Otra de las formas de motivar a empleados en tiempos de crisis para por invertir en formación. Aunque sea muy tópico: las crisis son nuevas oportunidades. Pero para ello es necesario aprovecharlas correctamente. Implantar un sistema formativo interno en la propia compañía ayuda a motivar a los empleados al mismo tiempo que los hace más eficientes, por lo que debería ser un pilar fundamental en este tipo de situaciones.
Las crisis no suelen venir solas, y la colaboración y solidaridad es una de las formas más efectivas de combatirlas. Buscar acuerdos bilaterales con otras compañías puede ser muy beneficioso. De esta forma, ambas empresas se pueden beneficiar de los servicios de la otra y, al colaborar entre sí, los costes se pueden reducir de forma considerable.
Es cierto que motivar a empleados en tiempos de crisis es más complicado que en otras situaciones. Por ello, es indispensable ser positivos y cuidar los detalles, tanto en el espacio de trabajo como en la relación con los trabajadores y otros empleados. Que haya una crisis no significa que haya que ser derrotista, simplemente comprender que es un bache que pasará.
Por otro lado, un seguimiento más cercano y concreto de los distintos jefes de área y departamento puede ayudar a controlar mejor la situación y evitar que surjan problemas que después sea más complicado solventar. Aumentar el seguimiento no debe entenderse como una mayor vigilancia (lo que produciría desconfianzas), sino como una mayor atención y predisposición a la comunicación entre las distintas partes.
Para motivar a empleados en tiempos de crisis es indispensable que estos perciban que sus esfuerzos son recompensados. En este sentido, la forma más común de hacerlo es mediante un aumento de salario. Sin embargo, esto es algo complicado de efectuar en una crisis. En su lugar, se puede optar por determinados beneficios sociales (Ticket Restaurant, Ticket Guardería, Ticket Transporte, etc.). Esta solución aumentará la capacidad adquisitiva de los trabajadores, pero la inversión de la compañía será mucho más rentable que hacerlo mediante un aumento de salario directo.
Junto a las retribuciones económicas o en especia, también cabe mencionar la retribución en tiempo libre. Si la crisis implica una bajada en el nivel de ventas y el volumen de trabajo, se puede plantear a los trabajadores la opción de una reducción de jornada. Esto debe ser siempre consensuado con los empleados, ya que de lo contrario podría tener el efecto contrario al deseado. Además, se recomienda que esta reducción de jornada no implique pérdida en lo que respecta a beneficios sociales u otras ventajas que presente ser empleado de la compañía.
Finalmente, otro de los aspectos fundamentales que se tiene que tener en cuenta a la hora de motivar a empleados en tiempos de crisis es fijar plazos y objetivos concretos. Esto constituye una norma que se puede aplicar en cualquier situación. Sin embargo, en el caso de una crisis, es todavía más importante. Fijar plazos y objetivos concretos en tiempos de crisis permite limitar la trascendencia que la propia crisis puede tener. De esta forma, será percibida como una fase más dentro del conjunto, y no como una situación permanente.