Igual que sucede con los costes y los gastos, las cuentas de ingresos se clasifican dentro del grupo de las cuentas de resultados. Representan el dinero recibido por el negocio como contraprestación por la entrega de bienes o servicios. Dentro del balance contable, suelen situarse en el lado del Haber.
Partiendo de esta base, todo esto es lo que necesitas saber acerca de estas cuentas para llevar una contabilidad empresarial en orden.
La clasificación de las cuentas de ingresos puede hacerse atendiendo a muchos criterios diferentes. En función de los escogidos, se adquirirá una perspectiva del estado de las cuentas y la salud financiera del negocio.
Entre los factores a los que debe atenderse para clasificarlas cuentas se encuentran (para ampliar, en este artículo explicamos qué son los ingresos pasivos).
Para llevar un balance de contabilidad empresarial ordenado, es importante registrar todos los ingresos en su asiento correspondiente.
El análisis de las cuentas de ingresos, cuando están bien ordenadas, debidamente documentadas y contienen información completa y de calidad; permite conocer la situación real de la empresa en cuanto a:
Si las otras cuentas de resultados se llevan también al día, y con la misma diligencia, la toma de decisiones minimizará el riesgo al conocerse las circunstancias económicas del negocio y poderse anticipar la situación en los próximos meses.
Para que tanto las cuentas de ingresos, como la de gastos y costes ganen en precisión, es importante implementar soluciones tecnológicas que automaticen la recogida de información y permitan a los responsables de la contabilidad empresarial adquirir una visión global de lo que sucede en tiempo real, reduciendo al máximo la probabilidad de error.