La gestión de personal es una de las tareas fundamentales que realiza todo departamento de recursos humanos en cualquier empresa. Abarca todas las tareas relativas a la administración del capital humano de la propia compañía, desde la gestión de los empleados, a la selección de los trabajadores y la formación de estos.
A grandes rasgos, se puede definir la gestión de personal como la administración de las relaciones que se establecen entre los trabajadores y la empresa. Esto, como es natural, abarca un abanico de actividades muy numeroso, desde aspectos relativos a la contratación y elementos legales, a la gestión de aspectos relacionados con las vacaciones, las excedencias, o aspectos relacionados con el pago de nóminas, entre muchos otros.
La gestión de personal es una tarea necesaria para el normal funcionamiento de cualquier empresa, especialmente en aquellos casos de grandes compañías con un gran número de empleados a su cargo, ya que se requiere una gestión de personal más ágil y estandarizada que permita solucionar todos los aspectos relativos a su gestión. La gestión de personal permite organizar y simplificar los procesos relativos a las relaciones que se establecen entre los empleados y la empresa, por lo que aumenta la eficiencia de los trabajadores y del departamento de recursos humanos y, en consecuencia, la productividad de la compañía en su conjunto.
Como se ha comentado, la gestión de personal abarca un abanico de actividades muy amplio. Algunos ejemplos de estas actividades que se realizan con mayor frecuencia y que entroncan dentro de la gestión de personal serían las siguientes:
En lo que respecta a la gestión de personal, existen ciertos errores que suelen repetirse de forma habitual durante su ejecución. Algunos de los más habituales son los siguientes:
Una buena gestión de personal está relacionada con una mayor satisfacción de los empleados y, en consecuencia, con una mayor productividad de estos. De hecho, una buena gestión del personal permite, entre otros muchos elementos, adecuar lo que ofrece la empresa a las necesidades concretas de cada trabajador.
Un buen ejemplo lo podemos encontrar en la Retribución Flexible, una opción que permite que los trabajadores conviertan parte de su salario en tickets que pueden emplear en diversas actividades y, de esta forma, aumentar su capacidad adquisitiva. Esta tarea se ejecuta desde el departamento de recursos humanos, y es un ejemplo de cómo una buen gestión de personal puede ayudar a responder a las necesidades concretas de cada empleado de forma personalizada.