¿Ofreces formación integral a tus empleados? El aprendizaje continuo no es una simple tendencia, ya que, a medida que las empresas continúan enfrentándose a los desafíos de un mundo globalmente integrado, encuentran en la plantilla su mejor oportunidad para diferenciarse de la competencia.
Pero lograrlo depende de encontrar formas de identificar, desarrollar y conectar el talento y la experiencia con la innovación que impulsa la transformación. Es un objetivo ambicioso, sobre todo si se tienen en cuenta los rápidos avances tecnológicos y el continuo desarrollo de nuevos productos y servicios, que complican la actualización y relevancia del capital de conocimiento de la organización.
Aunque es difícil predecir el futuro o hacia dónde apuntarán los cambios que calen más hondo en la compañía, lo que sí puede intuirse es que la formación integral será uno de los aspectos clave.
Estos dos aspectos son algunos de los prioritarios para quienes repasan los motivos que llevan a la empresa a implementar un plan de formación integral. Una plantilla más cualificada, con nuevas habilidades y que desarrolla capacidades acordes a las necesidades nacientes del negocio, es un equipo que hace posible dos logros importantes:
Las nuevas tecnologías y la colaboración entregan al negocio todo lo necesario para competir en la economía digital: aceleración de la innovación, experiencia, comodidad, nuevos enfoques de trabajo y toma de decisiones basadas en datos en tiempo real.
A través del reconocimiento de la necesidad de aprendizaje continuo, la empresa redefine su propuesta de valor, sentando las bases para el éxito presente y futuro gracias a un equipo que no sólo destaca por sus capacidades técnicas y de negocio, sino por un crecimiento sostenible en su dimensión humana, otra de las esferas que se desarrollan a través de la formación integral.
Aunque el diseño de un programa de formación integral dependerá de cada compañía, de sus empleados y de las metas fijadas, existen algunos aspectos en los que la mejora que promueve el aprendizaje continuo se hace evidente. En concreto, un estudio de 2014 realizado por The Economist y la Fundación Lumina examinando las necesidades de habilidades de las compañías descubrió que las capacidades más necesarias, en orden de importancia, eran las siguientes:
Es muy importante tener en cuenta que un programa de formación integral no debe dirigirse únicamente a un segmento de la empresa. Para que sus efectos causen un mayor impacto, ésta debe ser una posibilidad abierta de la gerencia a los mandos intermedios, incluyendo a todas las personas bajo su responsabilidad.