Cada vez más trabajadores valoran que su empresa les proporcione formación complementaria para poder desarrollar su carrera profesional. Pero, ¿qué les motiva a formarse y qué tipos de conocimientos reclaman?
Según los datos de la Fundación Tripartita, desde el inicio de la crisis económica el número de empresas que apuestan por la formación ha aumentado en un 135%. El 30% de las empresas españolas apuestan por la formación de los empleados y, lo que es más importante, esta tendencia sigue en alza.
La crisis económica ha coincidido en el tiempo con una serie de cambios tecnológicos que han generado una brecha de conocimiento entre las diferentes generaciones de empleados. Si antes los niños nacían con un pan bajo el brazo, ahora lo hacen con una tablet. Por ello, las distintas velocidades en las que nos movemos los trabajadores requieren un esfuerzo extra para equipararse los unos con los otros y, la formación continua ha resultado ser una solución efectiva.
Por ello, la formación es vista tanto por las empresas como por los empleados como una inversión necesaria en un mercado cada vez más exigente y competitivo.
Las empresas deben apostar por formar a sus empleados, ya que sólo teniendo mejores profesionales podrán ser más competitivos en el mercado. Esto supone una inversión directa ya que mejora las aptitudes de los empleados, les da herramientas para solucionar problemas de forma más óptima, eleva el nivel de satisfacción del empleado y, con ello, su motivación. Por último, crea una cultura moderna y dinámica que mejora la imagen corporativa, atrayendo así el mejor talento.
Los empleados, preocupados por su desarrollo individual y colectivo, suelen ser conscientes de cuáles son las áreas formativas en las que necesitan reforzarse. En cualquier caso, como empresa, también está en nuestras manos desarrollar procedimientos que localicen esos “gaps” en el conocimiento de nuestros empleados y proponerles una formación adecuada para mejorar sus competencias.
Éstas son las cuatro áreas formativas que tus empleados piden a gritos:
El conocimiento de las nuevas tecnologías es el área formativa más demandada por los empleados. Durante estos últimos años hemos visto cómo la tecnología de la información y comunicación cambia constantemente, lo que exige formación continua para mantenerse al día.
Aquellos empleados que han crecido fuera de este boom tecnológico, necesitan formación para poder adaptarse a los nuevas herramientas y metodologías de trabajo que la tecnología ha introducido en las empresas. Por ello, es habitual que los empleados soliciten formación en informática, en el uso de nuevas aplicaciones y de sistemas de comunicación o en el manejo de dispositivos como las tablets.
No sólo los trabajadores con un nivel básico en el uso de las nuevas tecnologías necesitan adaptarse a los nuevos tiempos, jóvenes profesionales de áreas como el marketing, diseño o programación, quienes dominan el mundo digital, también necesitan mantenerse al día de las últimas herramientas de trabajo. Esto les exige un reciclaje profesional continuo debido a que sus tareas dependen en gran medida de ello.
Otra área de conocimiento tradicional que no deja de incrementarse es el aprendizaje de idiomas no maternos. El inglés sigue siendo el lenguaje más demandado pero no es el único. Debido al gran volumen de negocios que China genera a nuestras empresas, los profesionales están optando por aprender nociones básicas de este idioma.
La formación en liderazgo y gestión empresarial son las áreas más interesantes para aquellos empleados con perfil ejecutivo. La formación en escuelas de negocios sigue siendo la primera opción para que las empresas se aseguren de contar con auténticos líderes que tomen las riendas de las compañías. Por ello, los MBA (Master in Business Administration) son los cursos más solicitados, completando una formación orientada a altos cargos.
Pero el interés de los empleados no sólo pasa por acceder a altos cargos, sino también por formar su propia compañía. Por ello, la formación relacionada con el emprendimiento es de las más demandas en España.
La innovación es una de las mayores preocupaciones que actualmente tienen las empresas. Conscientes de ello, los empleados saben que el conocimiento en nuevas metodologías son un punto más que interesante para impulsar el desarrollo de sus carreras.
Por ello, la formación en técnicas como el Design Thinking está ganando cada vez más adeptos. Esta metodología fomenta la innovación de una forma más eficiente que otro tipo de métodos. En palabras de Tim Brown, uno de sus principales ideadores, “el design thinking usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para crear estrategias de valor para el cliente en una oportunidad de mercado”.
Estas son las cuatro principales áreas de formación que los empleados solicitan a sus empresas. La formación de los empleados en estas áreas, sin duda, beneficiará a la empresa tanto en el corto como en el largo plazo. Así que no lo dudes, invertir en tus empleados es invertir en el futuro.