A los líderes de hoy día no les faltan oportunidades de desarrollo personal y profesional y, sin embargo, muchas veces, las organizaciones se olvidan de trabajar la comunicación verbal y no verbal, dos caras de un mismo elemento que, además, es fundamental para que un buen líder sea capaz de transmitir correctamente su mensaje.
La labor más relevante de un líder consiste en guiar a las personas por el camino que les lleva desde donde se encuentran hasta donde deben estar para que la organización sea más innovadora y productiva. Comunicación verbal y no verbal son recursos clave para lograrlo, puesto que permite transmitir un mensaje claro y coherente, lo que es fundamental para que un líder proyecte respeto y confianza.
Algunos investigadores han demostrado que la comunicación no verbal desempeña un papel mucho más importante que la comunicación verbal. Debido a la naturaleza espontánea de esta comunicación, que es expresión de estados emocionales que se comunican de forma involuntaria y que, en muchos casos, se escapan a través de gestos o actitudes, el impacto que tiene en el receptor es mucho más importante que el efecto que tienen las palabras por sí solas.
Debido a esto, aunque las palabras juegan un papel fundamental respecto al contenido de la información que se quiere transmitir, si estas no están acompañadas de una comunicación no verbal que ayude a reforzar el mensaje, este no logrará los efectos deseados.
Comunicación verbal y no verbal deben emplearse desde la consciencia, porque de esta forma aumentan las probabilidades de transmitir con éxito el mensaje. Para ello, es necesario entender que determinados gestos y actitudes transmiten información concreta, y conocer dicha información podrá jugar un papel fundamental en la forma en que un buen líder es capaz de comunicar su mensaje.
Los líderes de la organización han de tener claro que:
Antes de lanzarse a transmitir un mensaje, es preciso conocer a la audiencia y entender las implicaciones de la información que se va a compartir con ella. A partir de esta base, es cuando se deberá de potenciar la forma en que dicha información será comunicada, y donde entran en juego factores de comunicación verbal y no verbal de distinto tipo.
Todo buen comunicador tiene la capacidad empática bien desarrollada y, gracias a esta habilidad, y al uso de la inteligencia emocional, le resultará sencillo “leer” el rostro de su interlocutor. Sin embargo, para alinear comunicación verbal y no verbal, además de la preparación necesaria para el discurso, habrá que utilizar la actitud y los gestos adecuados para transmitir el mensaje de manera más efectiva, lo que implica comprender qué significa cada muestra de comunicación no verbal que se lleva a cabo.
Algunos aspectos que el líder debe aprender a controlar son los siguientes:
Por último, cabe señalar que el contacto visual es otro aspecto a considerar cuando se trabaja por aumentar la efectividad de la comunicación verbal y no verbal. A menudo, las personas atribuyen confiabilidad a las personas que hablan manteniendo un buen contacto visual y viceversa. Pero, además, esta forma de conectar con el interlocutor también se utiliza para transmitir interés y emociones, y para promover la relación con el receptor del mensaje. Por lo que se trata de otro de los aspectos de la comunicación no verbal que pueden ser utilizados para potenciar el mensaje que se quiere transmitir.