Las carreras profesionales están en constante evolución y eso significa que son susceptibles de mejora. Existen diferentes técnicas que permiten optimizar la carrera profesional desde tres perspectivas distintas y complementarias: la motivación, el desarrollo de ventaja competitiva y la aceptación de la naturaleza irregular y no lineal de la evolución profesional.
Los factores de motivación ayudan a sentirse satisfecho con el propio trabajo. Lograr la motivación que da paso a la satisfacción laboral es una forma de impulsar las carreras profesionales, algo que puede conseguirse cuando se combina el crecimiento personal, el aprendizaje y la percepción de logro.
La percepción de logro permite darse cuenta de que la actividad realizada está causando un impacto, tanto en la organización y el equipo de trabajo, como a nivel personal. Para reconocerla, se pueden responder cuestiones sobre:
Pese a que es lo más habitual. No hay que centrarse sólo en el impacto personal, de hecho, se puede dar un gran impulso a la motivación si se logra alinear éste con el del equipo y la organización.
Uno de los factores que mayor incidencia tienen en la capacidad de un individuo para estar motivado es la confianza. Desde la transparencia y apertura en la comunicación, al nivel de acceso a la información de negocio o la integridad del liderazgo, todo influye en la adquisición de la seguridad psicológica que permite comprometerse con la organización y estrechar vínculos.
No sólo las empresas deben esforzarse por desarrollar ventaja competitiva para diferenciarse de otros negocios, también los profesionales que desean tener carreras profesionales de éxito han de hacerlo.
En su caso, el mercado sería el mercado laboral y el cliente las compañías para las que se desea trabajar o la organización de la que ya se forma parte y donde se planea escalar posiciones.
En resumen, podría decirse que hay que lograr ser el primero, el mejor, el más barato, el más rápido o el único. Habilidades, energía, compromiso y experiencia son las cartas que te permitirán forjarte una de esas carreras profesionales que despiertan admiración.
Para desarrollar ventaja competitiva hay que pensar en qué es lo que puede ofrecerse que sea difícil de conseguir, el punto en el que reside tu propuesta de valor. Además, hay que tener en cuenta la realidad del mercado, en términos de oferta y demanda.
Tu educación, tu experiencia laboral, tus habilidades analíticas y de resolución de problemas, tus habilidades interpersonales y de liderazgo, tu red, tu reputación y tu marca personal son los activos con los que transformar tu trayectoria en una de esas carreras profesionales de éxito.
Para conseguirlo necesitarás:
Pese a que son muchos quienes creen que sus carreras profesionales seguirán una trayectoria ascendente en continuo crecimiento, lo cierto es que no es así. A lo largo de la carrera de un individuo, hay períodos de ralentización y también etapas de crecimiento rápido.
Las promociones, las oportunidades de iniciar un proyecto nuevo o los cambios de sector o de compañía marcan estas fases de aceleración donde se asumen nuevas y mayores responsabilidades.
Pero, a la hora de trabajar la motivación para el desarrollo de carreras profesionales, estos periodos no son los más interesantes, puesto que la satisfacción laboral y el entusiasmo están implícitos.
Esto no ocurre en las etapas de crecimiento lento. Como antecesoras de las fases de aceleración, estas franjas temporales de longitud variable deben aprovecharse para:
Una vez se reconoce que se está atravesando uno de estos periodos, hay que asumirlo y formarse expectativas realistas sobre cómo crecerá la carrera crecerá. No hay que olvidar que no puede controlarse la frecuencia con que se experimentará períodos de crecimiento rápido, ni en qué momento se presentará una nueva oportunidad o se producirá un cambio; pero lo que sí puede tenerse bajo control es la calidad del propio trabajo y la consistencia de la propuesta de valor.