Seguir unos hábitos saludables es un objetivo que se lleva a cabo durante muchos momentos del día a día, también en la jornada laboral. El trabajador pasa ocho horas diarias en su lugar de trabajo, un tiempo bastante amplio como para adquirir unos comportamientos adecuados para la salud. Hay muchas fórmulas para adaptar las funciones profesionales al ámbito de la salud y desde el departamento de Recursos Humanos de una empresa hay margen para establecer una serie de criterios. El reto es conseguir un trabajo más sano mediante acciones que también cumplan con una rutina amena y atractiva. Aquí tienes diez acciones saludables que se pueden incluir en la jornada diaria.
El mundo actual está condicionado por el acceso a las nuevas tecnologías, que en muchas ocasiones requiere el contacto directo con una pantalla de forma frecuente y prolongada. Muchos se pasan delante del ordenador durante horas, si bien no es el único momento. Los teléfonos móviles también se utilizan como herramienta de trabajo. En ese sentido, es recomendable establecer un descanso de la vista cada, por ejemplo, dos horas.
Siguiendo con la idea previa, este descanso de unos cinco minutos también puede incluir ejercicios de relajación y desconexión, así como una salida al exterior para recibir el aire fresco y regenerar así la mente. Una alarma automática que salta en el ordenador o teléfono móvil del empleado es una buena idea para recordar esta acción.
Subimos dos plantas y estamos ocho horas sentados. Ese margen para moverse por la oficina, puede hacerse de forma saludable y las escaleras pueden ser una buena herramienta. Aunque sean pocos escalones, el hecho de utilizarlos hace aumentar el ritmo cardiaco y mejora la circulación. Es una pequeña acción que, repetida varias ocasiones y todos los días, supone beneficios para la salud física y mental.
La buena postura es esencial para evitar lesiones y deformaciones que pueden tener consecuencias catastróficas para el cuerpo. El trabajo implica muchas horas en la misma posición, así que la empresa debe proporcionar a sus trabajadores las sillas adecuadas para que estén en las mejores condiciones. También se pueden colocar, en las paredes, indicaciones sobre la postura que se debe adoptar.
La buena disposición mental se ve influida por la recreación de un entorno de trabajo óptimo, que implica el orden y la limpieza. Tanto por parte del trabajador, como en la organización de la empresa, se puede conseguir que la oficina esté bonita y espaciada. La cabeza no se preocupa por factores externos y está así más centrada en las funciones laborales.
El ejercicio físico es otro de los pilares de una buena salud y desde la empresa se puede promover. Dedicar un par de horas a la semana, distribuidas en varios días, a hacer actividad deportiva puede tener resultados muy positivos, a nivel físico y mental; y esto se traduce en un mayor rendimiento laboral. Para ello hay que instalar un pequeño gimnasio u organizar sesiones con un entrenador.
La alimentación es la base de la buena salud y aquí hay muchas opciones para promocionarla. Es evidente que la empresa no puede decidir qué come cada empleado en su casa, ni la comida que se llevan al trabajo. Así que la actuación consiste en fomentar una buena dieta a través de las máquinas expendedoras o el servicio de restauración habilitados en las oficinas. La fruta es una muy buena opción para tomar un tentempié y si hay menú diario, las posibilidades para crear una propuesta adecuada se multiplican.
Es otro de los ámbitos de actuación para conseguir un entorno saludable. La promoción de la higiene es importante, tanto para evitar coger infecciones, como desde el punto de vista anímico. Los RRHH pueden conseguir unos mayores niveles de limpieza en su plantilla, ofreciendo las herramientas adecuadas, como vestuarios para ducharse, y dejando un tiempo para esta acción.
Empezar el día con una charla motivacional, por parte de un cargo superior, es una acción que puede suponer un importante empujón anímico para los trabajadores. El objetivo es reforzar su moral, de cara a la larga jornada laboral que tienen por delante. A nivel mental, supone una inyección de confianza. En este momento también se pueden repasar los objetivos del día, una pequeña acción que puede ayudar a la organización de cada empleado.
Las comunicaciones entre los empleados son esenciales para generar el mejor ambiente de trabajo. Se pueden destinar quince minutos diarios para que la gente interactúe, fuera de sus funciones laborales. Es una desconexión que supone una liberación para la mente en todos los sentidos, mediante una acción recíproca entre los diferentes trabajadores.
Hoy en día, los empleados valoran cada vez el bienestar, la salud y la seguridad en el trabajo, por lo que fomentar esta serie de hábitos saludables desde la empresa, ayudará a que esta crezca siga creciendo favorablemente y a crear cantera.
Promover el bienestar mental y físico de los empleados beneficiará no solo al empleado en sí, sino a la empresa, ya que mejorará la involucración de la plantilla y su rendimiento. Incorporando estas iniciativas, se fomentará la consolidación de una plantilla sana a nivel físico y mental, logrando un mejor clima laboral y favoreciendo tanto la captación como la retención de talento.