Ofrecer beneficios sociales es una de las herramientas más eficaces para mejorar el bienestar del talento y reforzar el compromiso con la empresa. Pero además de su valor humano y organizacional, muchos de estos beneficios sociales también tienen una gran ventaja fiscal, tanto para la empresa como para el talento.
En un contexto económico marcado por la inflación, la carga fiscal y las limitaciones presupuestarias, tanto empresas como equipos buscan fórmulas para maximizar el salario neto sin aumentar el coste bruto. Aquí es donde los beneficios sociales con ventajas fiscales juegan un papel clave.
Los llamados “gastos exentos de IRPF” permiten al talento destinar parte de su salario bruto a productos o servicios que no tributan como renta. Esto se traduce en un mayor poder adquisitivo sin necesidad de subir el sueldo y en un ahorro en cotizaciones para la empresa.
Además, estos beneficios ayudan a:
Estos son algunos de los beneficios sociales con mayor atractivo fiscal, tanto por su nivel de exención como por su uso habitual en las empresas españolas.
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Cada uno de estos beneficios permite ahorrar impuestos y reforzar el paquete retributivo, adaptándolo a las necesidades reales de los talentos.
Para que los beneficios sociales realmente marquen la diferencia, no se trata solo de ponerlos a disposición, sino de incorporarlos de forma coherente en una estrategia integral de compensación.
1. Diagnóstico de necesidades
Identifica qué beneficios valoran más tus talentos. Esto se puede lograr mediante encuestas internas, entrevistas o un análisis detallado del perfil de la plantilla: edad, situación familiar, lugar de residencia, hábitos de movilidad, etc. Cuanto más ajustada esté la oferta a las necesidades reales, mayor será su impacto y aceptación.
2. Diseño el plan de retribución flexible
Elige los beneficios más adecuados y asegúrate de respetar los límites máximos de excepción fiscal. Es clave ofrecer flexibilidad y personalización, permitiendo que cada talento configure su paquete en función de su situación personal. Esto refuerza la percepción de equidad y valor añadido.
3. Implementación y digitalización
La gestión de estos beneficios no tiene por qué suponer una carga para el departamento de RRHH. Con el apoyo de plataformas digitales como las de Edenred, es posible automatizar procesos, garantizar el cumplimiento normativo y ofrecer una experiencia sencilla, rápida y segura tanto para la empresa como para el talento.
4. Comunicación clara y continua
El éxito de cualquier plan depende en gran parte de cómo se comunica. Explica con claridad las ventajas fiscales, el funcionamiento de cada beneficio y los ahorros potenciales para el talento. Utiliza diferentes canales y mantén una comunicación activa para reforzar la participación y la satisfacción.