La comunicación corporativa es el vehículo del cambio, la esencia de la cultura de una organización y su seña de identidad. Pero, ¿funciona tan bien como pensamos? ¿Necesita mejorar?
Igual que el entorno de mercado está cambiando y haciéndose más dinámico, en esta línea está también la de la transformación que necesitan del reporting a las reuniones, todas las formas de comunicación corporativa.
Un estudio de benchmarking de Edelman sobre comunicación corporativa revelaba los siguientes hallazgos:
La comunicación corporativa es desigual pero, ¿está ayudando a alcanzar objetivos? ¿Contribuye a cohesionar equipos y a fortalecer vínculos con el exterior?
A pesar de que existen más posibilidades que nunca para impulsar la efectividad de las comunicaciones, en la mayoría de los casos no se está consiguiendo. ¿Qué áreas hay que trabajar para lograrlo? Sabiendo que hay diferentes tipos, como la comunicación ascendente y la comunicación descendente.
La transformación digital ha cambiado el panorama empresarial y, fuera de él, nuestra forma de relacionarnos y de comunicarnos unos con otros. Este hecho ya de una pista acerca de las áreas de enfoque inmediato donde poner énfasis:
Existe el deseo de impulsar la consistencia de la estrategia de comunicación corporativa, pero hay que superar retos como los relacionados con el soporte, la ambigüedad o la frecuencia. Para ello, las organizaciones deberán: