Las dinámicas de grupo para empresas son actividades que se utilizan para obtener algún tipo de resultado mediante la interacción entre personas. Algunos ejemplos conocidos los encontramos en el famoso brainstorming (también llamado tormenta de ideas) o la del refugio nuclear (en la que los participantes discuten cuestiones éticas y pragmáticas ante la llegada de un desastre y la existencia de un refugio en el que solo caben algunos de ellos).
Existen dinámicas de grupo para empresas que pueden ayudar a satisfacer distintos objetivos. En este post nos centraremos en 3 de ellos:
Utilizar dinámicas de grupo durante el proceso de selección de personal tiene todo el sentido si pensamos en cómo van a trabajar aquellos candidatos a los que terminemos seleccionando. ¿Llevarán a cabo sus tareas de forma aislada, cada uno con sus propios objetivos? ¿O bien interactuarán y trabajarán en equipo con el resto de sus compañeros, uniendo sus fuerzas para alcanzar los mismos objetivos comunes? Salvo excepciones contadas, cualquier empresa responderá afirmativamente a la segunda pregunta.
Veamos algunos ejemplos de cómo nos pueden beneficiar las dinámicas de grupo para empresas durante el proceso de selección de personal:
Si nos referimos a los objetivos de una acción formativa, las dinámicas de grupo para empresas en este ámbito tienen una utilidad clara: ayudar a afianzar mejor los conocimientos y/o habilidades tratados en la formación.
Cuando destinamos a nuestros empleados una formación, sea de la temática que sea, existen dos posibilidades:
Los resultados suelen ser mejores en el segundo caso, ya que, cuando una persona participa activamente, no solo comprende mejor lo que se le enseña, sino que también recuerda lo aprendido durante más tiempo y de forma más nítida.
Si hablamos de dinámicas de grupo para empresas y de motivación, es inevitable que nos vengan a la mente las típicas reuniones de primera hora que realizan muchos comerciales con el objetivo de coger fuerza y energía para vender más y mejor durante el resto del día. Este quizá sea uno de los ejemplos más estereotipados, pero no es en absoluto el único que existe. Cualquier empresa puede aplicar estos mismos métodos con su equipo.
Para hacerlo correctamente, debemos recordar los dos tipos esenciales de motivación:
La fórmula ideal es utilizar dinámicas de grupo que combinen ambos tipos de motivación. Por ejemplo, animando a que cada persona saque lo mejor de sí misma al mismo tiempo que se les ofrece alguna recompensa a quienes destaquen de algún modo.
Por lo tanto, sea con el objetivo de evaluar, de formar o de motivar, las dinámicas de grupo para empresas son unas aliadas excelentes.