Qué tipo de jornada es más efectiva, ¿la jornada partida o la jornada intensiva? Analizamos cuál es mejor para potenciar la productividad de los empleados.
Según el Barómetro Edenred-Ipsos sobre clima laboral, el 71% de los empleados responde positivamente a las preguntas relacionadas con su bienestar laboral. Ante este dato, no podemos evitar preguntarnos: ¿cuál es el horario perfecto para los empleados?
Por definición, la jornada partida es aquella en la que hay una interrupción de al menos una hora de duración al mediodía para comer. La gran ventaja de este tipo de horario es su correspondencia con el sector comercial establecido en España. Por lo tanto, aquellas empresas que desarrollen su actividad el sector comercial son más proclives a adaptar este tipo de jornada para dar una cobertura más amplia a sus clientes.
Poco a poco este tipo de jornada laboral en el sector comercial está cayendo en desuso a favor de la jornada intensiva, un 9% más productiva en el sector servicios que la jornada partida. No debemos olvidar que el sector servicios representa alrededor del 60% de la economía española, por lo que esta mejora en la productividad es indudablemente significativa en su conjunto.
Este tipo de jornada elimina el amplio descanso que muchas empresas ofrecen a sus trabajadores a mediodía (que en ocasiones se extiende hasta las dos horas), haciendo una pausa breve para el almuerzo de no más de 30 minutos.
La jornada intensiva aumenta tanto la motivación como la productividad de los empleados. Esto, sin duda, es muy beneficioso para a las empresas.
Son muchos los estudios que avalan este planteamiento. Uno de ellos es el elaborado por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) de la Universidad de Navarra y Addeco, que asegura que la jornada intensiva permite incrementar la productividad española, la cual se encuentra en los niveles más bajos de toda la Unión Europea.
La jornada intensiva o continuada no sólo tiene beneficios sobre la motivación y la productividad de los empleados. Además, tiene otra serie de beneficios que debemos tener en cuenta:
La jornada intensiva permite a los empleados mantener la intensidad en el trabajo, pero también permite una mayor desconexión del mismo una vez terminada la jornada, lo que deja más tiempo para otro tipo de actividades, como el fomento de la vida social.
Tener más tiempo para emplearlo no sólo a nuestro trabajo, sino a nuestras familias, al ocio o a nuestras aficiones nos permite sentirnos mejor con nosotros mismos. No olvidemos que el tiempo es un recurso limitado y que aprovecharlo al máximo mejora nuestra felicidad.
Muchos trabajadores no pueden compaginar el horario de trabajo con la práctica de deporte. Teniendo más horas para dedicar a nuestra salud.
Trabajar menos horas nos fatiga menos, y con ellos estaremos más activos y con un estado de ánimo más propenso a realizar actividades que nos resulten placenteras.