Los equipos más cohesionados son aquellos que forman una unidad y cada miembro trabaja para conseguir unos objetivos comunes. Sin embargo, esto no ocurre de manera espontánea. Para que un grupo de personas trabaje bien en conjunto es necesario que haya un líder que coordine y genere ese ambiente.
En la gestión de equipos, se invierte en comunicación aproximadamente un 90% del tiempo. Es esencial que el líder sea capaz de transmitir su visión con eficacia, ideas, metas, problemas… así como generar informes y presentarlos ante una audiencia.
La comunicación es un tema tan amplio que es difícil abordarlo desde una perspectiva general. Para empezar, puedes mejorar tus habilidades de comunicación ante el público. Por ejemplo, presentaciones a clientes, reuniones, etc. Esto te servirá para coger confianza y aprender a comunicar ideas de manera sencilla y clara.
El liderazgo es la palabra de moda en el mundo de los negocios y, en especial, en la gestión de proyectos. Sin embargo, es una habilidad necesaria para aquellas personas que se encuentran a la cabeza de un equipo.
Si eres capaz de liderar, serás capaz de conseguir tus objetivos de la mano de tu equipo. Para desarrollar tus capacidades de liderazgo puedes buscar a un mentor con experiencia que te guíe en el camino, también existen múltiples recursos hoy en día en Internet.
Además de trabajar la parte estratégica, el gestor de equipos necesita también poner foco en la parte operativa.
Un buen gerente destaca en la coordinación de personas, promoviendo el trabajo en equipo, delegando tareas, resolviendo problemas, estableciendo metas y evaluando el desempeño de todos. Debes ser capaz de inspirar a otros a caminar a tu lado.
Esta habilidad tiene mucho que ver, también, con la comunicación. Negociar recursos, presupuestos, horarios, acuerdos… y que todas las partes estén satisfechas es clave para alcanzar la cohesión del equipo.
Existen muchos libros que te pueden ayudar a ampliar tus capacidades de negociación.
¿Algunas vez has oído eso de que no puedes dar lo que no tienes? Si no eres capaz de organizar tu propio trabajo, ¿cómo vas a hacerlo con un equipo entero? Conviértete en una persona metódica y mejorarás, inmediatamente, como líder de equipos.
Existen múltiples métodos que puedes aplicar de manera sencilla: listas de tareas, organizadores semanales… Busca la fórmula adecuada para ti y ejecútala. Una vez que consigas tu propio orden, podrás hacerlo con los demás.
Aprender a predecir y a adelantarse a los problemas, buscando soluciones, aumentará las posibilidades de éxito de un proyecto. La experiencia, en este caso, ayuda mucho. Sin embargo, también deberás aprender a ser metódico, analizar cada paso…
El trabajo de gestionar un equipo es exigente, por lo que requiere un amplio abanico de habilidades que deberás desarrollar y saber utilizar en el día a día. Con ellas, conseguirás llevar a tu equipo a donde tu quieras.