Los estilos de liderazgo difieren de una persona a otra, pero lo que todos los líderes tienen en común es un carisma innegable y casi tangible. Sin embargo, no nacemos con él, es algo que desarrollamos a lo largo del camino. Convertirse en un líder carismático es posible si se aprende a desarrollar algunas habilidades clave.
Un líder carismático es un guía que tiene una personalidad magnética que inspira y motiva a las personas. Su poder de atracción no tiene que ver con sus cualificaciones académicas, ni con sus éxitos profesionales. Está relacionado, eso sí, con la credibilidad, un aspecto que resulta clave a la hora de convencer.
Ser empático y dar importancia a las preocupaciones de los demás, mostrar respeto por los miembros del equipo; estar alerta y asegurarse de conocer todos los problemas y soluciones posibles y existentes; ser proactivo y motivar a los seguidores a visualizar el mismo camino hacia el éxito son cuestiones clave. También lo es demostrar un fuerte compromiso con los objetivos.
El carisma es una característica principal que le permite al líder “liderar” sin nada más que ser experto en generar un impacto. Si quieres ser un líder carismático, debes aprender a desarrollar las siguientes capacidades:
Seguramente que, al imaginar cómo actúa un líder carismático piensas en detalles como el contacto visual, la calma y la sonrisa o la postura corporal erguida. Desde luego que son importantes y deberían usarse en cada interacción.
Pero un líder lo es también por sus decisiones y, a ese respecto, te conviene recordar algo que comentábamos en líneas anteriores. La empatía y la preocupación por satisfacer las necesidades de los miembros del equipo son determinantes para ser percibido como alguien carismático dentro de su posición de liderazgo.
Por eso, si es tu objetivo, puedes empezar por dar más autonomía a los profesionales que te rodean, ofrecerles flexibilidad y hablar con ellos acerca de sus prioridades. Formación, conciliación o promoción pueden ser algunas de ellas y las soluciones de Edenred te facilitan la tarea de encontrar el modo de satisfacerlas. ¿Conoces la retribución flexible?